La luz que todos quieren en 2019

22 enero, 2019

Durante 2018 vivimos una serie de cambios sociales en torno a la conciencia del medio ambiente como el #FashionRevolution, el auge de los automóviles eléctricos y sus estaciones de carga, las reformas para utilizar productos biodegradables en lugar de productos desechables, cosméticos cruelty free, entre muchos otros. Todos estos movimientos nos muestran que en 2019 las personas estamos deseosas de cuidar el medio ambiente y queremos productos que respondan a nuestras necesidades con el menor impacto ambiental posible. Entonces ¿crees que la iluminación se iba a quedar fuera? ¡Por supuesto que no!

 

La iluminación tiene a los LED de su lado.

 

Foco LED

 

2019 nos pide que seamos conscientes de nuestros consumo y que optemos por tecnologías más verdes, afortunadamente desde hace algunos años la luz se sumó a la ayuda del medio ambiente con la innovación tecnológica de los LED, la clave es tan sencilla y compleja como desarrollar una tecnología que no produzca tanto calor y optimice el consumo de energía eléctrica.

 

Examinemos un poco la evolución de las tecnologías de la luz. Los focos halógenos producen luz al quemarse un filamento dentro de la bombilla y reaccionar con los gases dentro de ella. El resultado de esta reacción produce luz, rayos UV, rayos infrarrojos y calor, mucho calor, por eso a estos focos también se les conoce como focos chicharroneros. El problema es que gastan más energía generando calor que produciendo luz.

 

Después de ellos llegaron los focos fluorescentes o ahorradores que lograron disminuir la producción de calor, en ellos se calienta un filamento más pequeño de tungsteno que genera electrones que reaccionan con los gases del interior del tubular y con el revestimiento del mismo generando luz, poco calor y rayos UV, lo malo de este tipo de tecnología es que los gases dentro del tubular son dañinos para la salud y aunque la cantidad que existe dentro de ellos no representa un riesgo para la vida, a nadie nos gusta estar en contacto con elementos que pueden perjudicar nuestra salud.

 

Y ahora las estrellas del show, los LED o diodos emisores de luz, que son unos chips semiconductores a través de los cuales pasa la corriente eléctrica creando un sistema cerrado que produce luz, si bien uno de los resultados de esta reacción también es el desprendimiento de calor, las cantidades son mucho menores. Cada lámpara y foco LED cuenta con su propio sistema de enfriamiento que asegura una larga vida útil para el dispositivo.

 

La tecnología LED produce menos calor, no emite rayos UV y no desprende gases dañinos para la salud humana. Además, su vida útil es hasta 20 veces mayor que la de un foco tradicional, convirtiéndola en la opción más eficaz para ahorrar energía.

 

Tipos de foco

 

Veamos un ejemplo más claro: un foco tradicional consume 100 W para iluminar 100 W o lo que es igual a  950 lumens, uno fluorescente consume 25 W para iluminar lo mismo y uno LED sólo necesita consumir 12 W para iluminar un espacio con la misma intensidad. Hay una gran diferencia, ¿cierto?

 

Además, la tecnología LED abre más posibilidades de las que creías posibles, pues al ser un elemento semiconductor, puedes controlar la luz según tus necesidades y programarla con fines prácticos, decorativos e, incluso, de seguridad.

Definitivamente, el LED cambió la manera de iluminar nuestra vida, con el don extra de ser amigable con el medio ambiente. ¿Qué esperas para cambiarte a la iluminación responsable?

 

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