En la cocina, ¿suelo oscuro o claro?

¿Qué será mejor?, ¿la elegancia del primero o la luminosidad del segundo? Ese es el dilema, pues al tratarse de propuestas completamente opuestas es necesario considerar varias cosas.

Los pisos oscuros son una opción seductora, ya que otorgan un sentido elegante y contrastan a la perfección con las paredes o muros claros. Sin embargo, así como tienen sus encantos, también tienen sus inconvenientes: requieren mucho mantenimiento y revelan con facilidad la presencia del polvo en el ambiente.

Por su parte, los suelos claros representan una constante hoy en día debido a su natural afinidad con el estilo escandinavo. Sus ventajas son la luminosidad y la frescura que aportan, cualidades más que convenientes en la cocina. ¿La desventaja? Que la suciedad y las manchas suelen ser más visibles en las superficies de tonos claros.

¿Cuál es la mejor opción?

Detectar el estilo que deseas es el primer paso para saberlo. Sin embargo también debes analizar la iluminación de tu cocina y el uso que le das a esta parte de tu casa, pues un piso claro sería mejor que uno oscuro en estancias con poca luz; mientras que uno oscuro sería lo más indicado si la cocina no se utiliza intensivamente.

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