Luz emocional

En la decoración de interiores, los toques de luz de cada área son básicos para crear el ambiente y las emociones deseadas en cada uno. Por lo tanto, la elección se debe hacer no sólo con fines estéticos, sino también anímicos.

Varios estudios han demostrado que el color de la luz influye en la forma como el cerebro capta los estímulos y los traduce en emociones y conductas. Un brillante día soleado puede crear sensaciones como optimismo y alegría, mientras que una tarde nublada traerá connotaciones de tristeza.

Aquí conocerás los tipos de luz y sus efectos para que puedas usarlos a tu favor en tu propia casa, para generar o contrarrestar ciertas emociones.

El espectro visible de la radiación luminosa tiene colores que van del rojo al azul, pasando en medio por el blanco, y se representan mediante la medida de temperatura llamada Kelvin (K). Es necesario hacer notar que en la apariencia de la temperatura del color no hay relación con la sensación física de calor (rojo) y frío (azul), pues en la escala Kelvin el rojo está a menor temperatura que el azul, y no tiene nada que ver con el calor que emite la lámpara, simplemente con el color de su luz.

Luz cálida: se encuentra en el espectro de los 2600 a los 3400 K. Su valor más común es el de 2700 K, o simplemente 27. Para comparar, la temperatura color de una fogata es de 2500 K (o 25). Esta luz acentúa los tonos rojos de los objetos y crea mayores volúmenes, y genera percepción de calidez, relajación, armonía y cercanía.Se produce con lámparas incandescentes, halógenas, fluorescentes y LED.

Luz fría: va de los 3600 K a los 4900 K, y su color es equivalente a la luz natural durante la mañana, antes del mediodía. Una hora después de la salida del sol, la temperatura del color exterior se coloca en 35. Esta temperatura color provoca actividad, estímulo, incrementa la productividad y da mayores contrastes entre los objetos iluminados. Acentúa las tonalidades azuladas de las cosas.Se produce con lámparas fluorescentes y LED.

Luz de día: está entre los 5000 K y 7000 K: lo equivalente a la luminosidad de un mediodía despejado hasta la de un cielo nublado; más frecuentemente encontrada a 6500 K (65). Crea sensación de higiene y frescura y permite ver los colores como son en realidad. Imprime un efecto positivo en el ser humano, pues hace que sienta que está al aire libre aun en espacios cerrados. Se produce con lámparas fluorescentes y LED.

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