¿Cómo lograr una habitación minimalista?
El minimalismo es una corriente artística de los años 60 que llegó para quedarse, debido a la sensación de quietud que aporta, tan necesaria hoy más que nunca.Originalmente nació en contraposición a los excesos y el colorido del pop art, por lo que se caracteriza por líneas sencillas y limpias, colores puros y una composición sobria y natural.
Lleva esta filosofía simple y armónica a tu propia recámara siguiendo estos tres consejos.
Blanco + 1 ó 2 colores
El uso de pocos colores es característico del minimalismo. No fallarás si utilizas el blanco como tono base y añades elementos clave ya sea en negro, gris, madera natural o rojo. ¿Qué tal bóveda y paredes en blanco, suelo laminado natural y un muro de acento negro o rojo que armonizarás con un pequeño tapete, el edredón o una silla del mismo color?
¡Muchísima luz!
En el minimalismo, el único exceso válido y hasta obligatorio es el de la luz. Lo preferible es que entre a raudales de manera natural. Si esto no es posible, planifica las luminarias de tal manera que tengas suficiente luz general, apoyada con aplicaciones de pared o una lámpara de pie que no dejen ni un espacio sin claridad.
Evita a toda costa las lámparas con diseño que roben la atención. Para estos fines funcionan estupendamente los empotrados, plafones en techo o los cánopes dirigibles de líneas simples.
Menos es más
¡Fuera muebles, adornos y extras! Mentalízate a vivir ligeramente, pues sólo deberás tener el mobiliario de uso indispensable, ya que el minimalismo no nada más es exterior, sino también exige un estilo de vida sobrio donde no cabe la superficialidad. Eso sí, elige un buen diseño funcional para la cama, el buró, la silla y… nada más.
Trae descanso visual y calma a tu vida aplicando los conceptos minimalistas en tu habitación. ¿Te animas?