Analizan la arquitectura por medio de la neurociencia

2014/11/11

arquitectura La arquitectura puede modificar los sentidos, orientar a personas con ciertos padecimientos e influir en el sueño y el estado de ánimo.

Esas fueron algunas de las conclusiones que arrojó la conferencia de la Academia de Neurociencia de Arquitectura (ANFA, por sus siglas en inglés), celebrada del 18 al 20 de septiembre en el Instituto Salk para Estudios Biológicos, en La Jolla, California. Fundado en 2003, el instituto está integrado por arquitectos, neurocientíficos, psicólogos y académicos que estudian la relación entre la arquitectura y el cerebro.

Al concluir el encuentro, los investigadores compartieron tres claves que podrían contribuir con el diseño de mejores espacios.

La primera es la continuidad espacio-tiempo. De acuerdo con los expertos, en el cerebro se encuentran neuronas específicas en el hipocampo (región que controla el desarrollo de la memoria) que reaccionan al lugar y a la posición espacial que ocupa el individuo. Dichas neuronas se activan cuando la persona alcanza una pared o límite, cuando se desplaza a distintas velocidades y cuando regresa a un sitio específico.

Estas neuronas ayudan a desarrollar una construcción interna del mundo exterior, dijo Jill Leutgeb, de la Universidad de California San Diego, durante su presentación. Ejemplo de ello es la susceptibilidad de los sentidos frente a factores físico-arquitectónicos (como la luz, el sonido y las texturas), condiciones que pueden influir en la cognición, el estado mental y la preservación de la memoria a largo plazo.

Otra clave revelada por los investigadores fue el impacto de la arquitectura en la percepción espacial y en el equilibrio mental. El maestro David Salmon dijo que las personas con demencia y Alzheimer suelen tener dificultades para identificar objetos no familiares, como una perilla poco convencional. En el diseño de espacios para las personas que padecen este tipo de condiciones, los arquitectos y diseñadores deben ser conscientes de que cualquier detalle puede desencadenar confusión, desorientación o estrés.

No obstante, un proyecto bien pensado tiene la capacidad de otorgar un mayor sentido de orientación. Por ejemplo, el uso de la simetría y la creación de puntos focales pueden ofrecer asistencia intuitiva, dijo Audrey Lustig Michal, estudiante de posgrado de la Universidad Northwestern.

La luz, fundamental

Los expertos consideraron a la luz como otro factor clave. La luz natural es vital por cuestiones fisiológicas, dijo Satchin Panda, científico y profesor del Instituto Salk. No tener suficiente luz natural puede afectar gravemente los patrones de sueño y el estado de ánimo. Por otro lado, la exposición a 2 mil luxes, de 30 a 60 minutos por día, puede contrarrestar la depresión estacional, trastorno que consiste en la experimentación de cambios de humor agudos durante el invierno, cuando no hay mucha luz solar.

Fuente:

https://www.architectmagazine.com/research/three-ways-neuroscience-can-inform-and-improve-architecture_o.aspx?dfpzone=home