Color en el diseño de interiores: claves y tips

El color es un recurso fundamental en el diseño de interiores, por eso aquí te compartimos algunas claves para utilizarlo adecuadamente.

En primer lugar debes tomar en cuenta que la preferencia por un color sugiere ciertos rasgos de personalidad. Al menos así lo señala un estudio realizado por la Universidad de Westminster (Londres).

De acuerdo con la investigación, los individuos que comparten su gusto por un color específico también suelen poseer rasgos de personalidad similares. Con base en lo anterior, los investigadores proponen la siguiente relación:

• Rojo: decidido, orientado a objetivos.
• Naranja: enérgico, feliz.
• Amarillo: extrovertido, persuasivo.
• Verde: cuidadoso, servicial.
• Morado: empático.
• Blanco: pacífico, organizado.
• Negro: conservador, creativo.
• Café: práctico, eficaz.

Otro aspecto a considerar es el efecto que produce el color en el estado de ánimo. Además de contemplar cuestiones funcionales y estéticas, un buen diseño de interiores valora las sensaciones o emociones que genera el espacio, fenómeno en el que el color juega un papel sumamente importante.

Desde la perspectiva de la psicología, el rojo, el naranja y el amarillo por lo regular son buenas opciones para crear atmósferas llenas de energía y vitalidad, mientras que el azul, el verde y el morado generalmente son propicios para conseguir ambientes relajantes.

Sea cual sea tu elección, no pierdas de vista que debes conservar el equilibrio e incluir acentos, pues de lo contrario, la estancia puede lucir saturada o aburrida.

Otro punto que debes tomar en cuenta es la capacidad que posee el color para modificar la forma en la que se percibe el espacio. En habitaciones pequeñas, por ejemplo, los tonos claros pueden aumentar la sensación de amplitud, mientras que en estancias de grandes dimensiones, utilizar colores vibrantes, sobre todo en paredes o muros opuestos, favorece la percepción de todos los elementos bajo un mismo concepto.

¿Deseas lograr mayor dramatismo? Asegúrate de que los muebles y las paredes sean de matices similares. ¿Por qué? Porque de esta manera se fusionan y producen un mayor impacto.

Por último, aunque no menos importante, resulta oportuno saber que, si se combina acertadamente, el color aporta solidez y estructura en el diseño de interiores. En caso de que estés indeciso respecto a qué paleta cromática debes emplear, procura partir de un elemento central (puede ser un mueble o un accesorio) y selecciona tres tonos que se deriven de éste. Una vez decidido lo anterior, analiza la distribución del color en el mobiliario, las superficies y los adornos.