¿Cómo afecta la iluminación en el estado de ánimo?
¿Sabías que la iluminación de un lugar puede influir directamente en cómo nos sentimos? Las luces frías o cálidas pueden incluso afectar el comportamiento de una persona. Al momento de decorar, escoger el foco correcto puede marcar la diferencia en cómo nos hace sentir un lugar en específico.
Tomando en cuenta los patrones de iluminación, es posible llegar a producir diferentes estados de ánimo como serenidad, tranquilidad, alegría, descanso o sosiego. Por ejemplo, una habitación con mayores niveles de iluminación produce una atmósfera alegre y estimulante, mientras que los niveles bajos crean ambientes de relajación y descanso.
Sabiendo esto, la tarea de escoger la iluminación adecuada para cada espacio se convierte en una prioridad. A continuación encontrarás varios consejos que te ayudarán a encontrar tu mejor opción para la iluminación de cada área del hogar, dependiendo de su función.
¿Qué quieres transmitir?
Para espacios de relajación
Un aspecto clave para lograr ajustar la cantidad e intensidad de la iluminación en espacios cerrados son los dimmers y focos ajustables. Los bajos niveles de luz producen un estado de ánimo calmado, reduciendo la actividad cerebral, que se traduce en descanso. Espacios como la sala de estar o las habitaciones funcionan mejor con una luz cálida y atenuable.
Para espacios dinámicos
La luz intensa provoca una sensación de energía y vitalidad, de manera que es recomendable utilizar tonalidades blancas frías o luz de día para lugares donde sea necesario crear un ambiente estimulante, como oficinas, o en ambientes donde la atención al detalle sea importante, como en la cocina. Cabe mencionar que ningún espacio debe contar únicamente con luces blancas, ya que este tipo de iluminación en exceso produce fatiga.
El final queda claro: juega con los tonos de iluminación y los colores de la decoración, ¡es la mejor manera de crear un ambiente único en cada espacio!