Diseño ingenieril y arquitectónico combinados en la iluminación.
El diseñador Álvaro Nieva en su teoría “Iluminación por triángulos” explica cómo la iluminación es el punto en el que convergen la ingeniería y la arquitectura. En esta se explican tres tipos básicos de luz:
- Luz para alumbrar. Es la iluminación que sirve para ver, que rompe la oscuridad, en esta no nos interesa el nivel de luz temperatura o color.
- Luz para observar. En este tipo de iluminación se necesitan niveles específicos de luz para poder realizar un trabajo particular.
- Luz para motivar. Es la iluminación que permite sentir bien o mal, este tipo de luz mueve y crea sensaciones.
Para el diseñador, estos tipos de luz existen en mayor o menor medida en todos los proyectos tomando en cuenta además los aspectos técnicos y estéticos necesarios para cada obra, por lo que en ciertos casos predomina la parte técnica sobre la estética o viceversa.
Nieva también comenta que a los arquitectos se les enseña a pensar con el hemisferio derecho, el lado lúdico, mientras que a los ingenieros con el hemisferio izquierdo, pero para la iluminación es necesario combinar este tipo de pensamientos para lograr un resultado más completo que sea tanto estético como funcional.
Ningún aspecto es más importante que el otro, el sentido artístico de la iluminación debe complementar y ajustarse a los requerimientos técnicos. A su vez, el sentido estético es importante para cubrir las necesidades de los usuarios de manera que se sienta bien sin demasiada luz o percibiendo una carencia de ella. La finalidad debe ser siempre el crear la luz adecuada para el usuario final.