Investigan para abaratar la producción de LED

Hace pocos años empezó a hablarse del LED como una tendencia futurista para uso doméstico. Hoy ya es una realidad, sin embargo, todavía hay algo que frena a las familias a usarlo, y no por desconocimiento. Se trata de que aún su precio es elevado como para asumir que su uso puede democratizarse a una escala global.

Los investigadores no son ajenos a esto, y en California están haciendo esfuerzos para que el uso de LED sea masivo lo más pronto posible, sobre todo ahora que las lámparas incandescentes prácticamente están por desaparecer del mapa y la opción más económica son las fluorescentes.

¿Cómo lo están logrando? Mediante experimentos con nuevos materiales para los sustratos, ya que lo que encarece la fabricación del LED es, en gran parte, su materia prima (que hasta ahora ha sido nitruro de galio sobre carburo de silicio o zafiro) y el poco rendimiento de la producción.

Hace tiempo se empezaron a hacer pruebas sobre silicio, el mismo material utilizado para fabricar los chips electrónicos, para lograr placas de LED más grandes con el mismo esfuerzo con el que ahora se fabrican unas más pequeñas. Con esto la productividad se incrementaría de inmediato. A mayor volumen, menor costo.

No obstante, había fallos de resistencia que hacían que el nitruro de galio se agrietara debido a las diferencias en el comportamiento de expansión y contracción por temperatura entre éste y el silicio. Con técnicas mecánicas de compresión y distensión o mediante tratamientos especiales al nitruro de galio para que aguante dicha tensión, se está logrando empatar los coeficientes de resistencia de ambos materiales y se está procediendo con éxito.

Otro inconveniente ha sido que el silicio absorbe la luminosidad del LED en lugar de reflejarla, pero los investigadores están poniendo materiales tipo espejo al sustrato para que los fotones no sean absorbidos, sino propagados. Cada esfuerzo acerca más a un resultado favorable para abaratar los costos de producción.

No está lejano el día en que se desarrolle una nueva forma, eficiente y que reduzca hasta en un 75 por ciento el costo de producir LED para que llegue al anaquel a un precio asequible para todos los habitantes del planeta.

Eso suena muy bien ¿no?