La luz, los objetos y el interiorismo.

En el diseño de interiores, la base para armonizar un espacio es la iluminación. El método para lograrlo es encontrar un equilibrio entre la luz natural y la artificial.

Como lo hemos explicado anteriormente (link a blog: https://bit.ly/1XiJG9S ) el principal recurso que debemos explotar es la iluminación natural. Uno de los aspectos a tomar en cuenta es que esta labor se dificulta en interiores, pues por motivos arquitectónicos, no contamos con la misma libertad que en un espacio abierto, es aquí donde necesitamos aprovechar otros elementos que reflejen la luz y dejen ver un espacio mucho mejor distribuido, elementos como muebles, colores, texturas y el tratamiento de aberturas son solo algunos recursos que se pueden utilizar.

En cuanto a la abertura de espacios es importante no obstaculizar los lugares donde la luz natural llegue fácilmente, en el interior es importante evitar muebles u objetos brumosos, mientras que en el exterior hay que evitar colocar plantas, masetas o árboles que impidan el paso de la luz.

Hay ciertas superficies y materiales que reflejan la luz de mejor manera y que, con su uso adecuado, ayudará a que una habitación luzca mucho más armoniosa. Las superficies, como los colores, pueden absorber o rechazar la luz, la clave es encontrar la superficie y textura que permita un mejor flujo de la iluminación.

Las superficies blancas y/o brillantes tienden a reflejar la luz de manera más eficiente. En una habitación puedes aplicarlos a través de suelos claros, sillones tapizados con tela blanca u objetos de madera clara. Objetos decorativos de aluminio o cristal también son excelentes para reflejar la luz y distribuirla por la habitación, lo mismo sucede con los espejos si están colocados en posiciones estratégicas. También debes tomar en cuenta los marcos de los cuadros y los zócalos los cuales son preferentes en tonos suaves, si buscas aprovechar al máximo la luz.

La aplicación correcta de estas recomendaciones hará que cualquier espacio luzca más amplio, armónico y equilibrado.