Manejo de la luz para iluminar objetos específicos
La iluminación orienta la mirada y permite apreciar los detalles de los objetos. El efecto que se quiera lograr sobre ellos va a depender de ciertos aspectos, como la iluminancia, la dirección de la luz y su distribución.
Formas para resaltar un objeto
Los contrastes altos de la luz acentúan el objeto. Cuando la luminiscencia que se proyecta sobre un objeto es ligeramente mayor a la del entorno el objeto se pierde. En cambio, si se utiliza una iluminación más potente el contraste será mayor y el objeto destacará. Se debe cuidar que el contraste no sea excesivo porque el objeto se aísla por completo y provoca una desintegración visual del entorno no deseada.
Las trayectorias de la luz
El uso de una sola luz provoca una sombra acusada sobre el objeto. El equilibrio de los contrastes de claroscuro se consigue al combinar varias direcciones de iluminación. Así, una luz de acento potente colocada por un lado le otorga al objeto una dirección principal. Si se complementa con una iluminación desde atrás se harán notorias las estructuras posteriores. Para reducir la apariencia artificial del objeto se debe colocar una iluminación difusa en la parte superior.
Luz y sombras
La intensidad de las sombras depende de la perpendicularidad de la luz. Su rango de dirección se recomienda entre 5o y 45o para una iluminación muy puntual. La trayectoria ideal se sitúa en 30o, de esta manera se evitan las sombras desagradables y los reflejos potentes.
Cada objeto tiene características particulares que se tienen que tomar en cuenta para su iluminación. Los diferentes modelos de focos que se utilicen también son un factor importante. Busca en nuestros catálogos los adecuados para acentuar los objetos decorativos de cada espacio.