Situaciones que todo arquitecto odia
La arquitectura no es una profesión exenta a la frustración. Aquí te compartimos algunas situaciones odiosas que surgen en el camino.
Junta con el cliente “que lo sabe todo”
Hay veces que nos topamos con clientes que creen que tienen una visión y una experiencia en el ramo de la arquitectura mayor que la tuya, y tratarán de imponer sus ideas a como dé lugar.
Frase célebre: Pero… si sabes, ¿no?
Presentarle al cliente al que nada le parece
No importa qué le propongas, platiques o recomiendes, siempre te dará la contraria y verá con pesimismo tus ideas.
Frase célebre: ¿Las ventanas tienen que ir ahí?
Adivinar qué es lo que quiere el cliente
Aquí podrían entrar tres categorías: por un lado están las personas que parecen adoptar una postura de “fe ciega” en ti y dirán que sí a cualquier cosa que le propongas.
Por otro lado está el cliente indeciso, el que un día te dice una cosa y luego te hace modificar todo porque cambió de opinión o en realidad no sabe explicar qué quiere.
Por último está el que no te da guía hacia dónde orientar el proyecto. Con estos clientes, lo más común es escuchar un “no sé”.
Frase célebre: Necesito verlo.
Discutir con el cliente grosero y gritón
A veces nos topamos con clientes que buscan imponerse y te tratan con rudeza… y a veces hasta con groserías e intimidaciones.
Frase célebre: Haz lo que te digo. Para eso te pago.
Cuando nos tratan de regatear
Nunca falta el cliente que quiere bajar los precios y se “indigne” por los costos que implican la investigación, el tiempo de prototipos y el arduo trabajo de tus colaboradores para hacer un proyecto de calidad… o el que te pide que presupuestes con los materiales “más económicos”.
Frase célebre: ¿Me estás cobrando tanto por algo que hace solita la computadora?
Cuando creen que nos hacen un favor
A veces aparece el chantaje y nos topamos con clientes que creen que te están haciendo un favor al contratarte para desarrollar su proyecto, y por lo tanto exigen toda clase de trato especial y tarifas preferenciales.
Frase célebre: Podría ir con otro arquitecto, ¿sabes?
Presupuestos irreales
Ya sea por modificaciones en el proceso, eventualidades, aumento en los costos de los insumos, entre otros factores, se alcanza el tope presupuestado… y la obra todavía no termina.
Frase célebre: El dinero no es problema.
Cuando recibes críticas sin pedirlas
Hay proyectos en los que todos creen que deben opinar y pedir cambios, en lo que sea, para sentirse parte del equipo.
Frase célebre: Se lo mostré a mis socios, y quieren cambiar el material por algo más brilloso.